18 de julio de 2008

¿ERES FELIZ ?



Hoy, vete tú a saber por qué ocultos resortes de la memoria,
he soñado con Don Antonio.

¿Os ha ocurrido alguna vez que alguien a quien hace mucho tiempo que no veis surge en un sueño como por ensalmo?

Don Antonio fue profesor en el colegio Lloret de Elda en donde yo cursé E.G.B. En aquella época estudiantil no nos inspiraba simpatía alguna y a todos nos parecía un hueso difícil de roer. Su semblante serio, su pulcro vestir y una cara plagada de marcas y pequeñas cicatrices no ayudaban a que se creara el vínculo afectivo que suele ir gestándose a través de los años entre un alumno y su profesor. Además era el tutor del último curso, el octavo, y eso, a los ojos de los más infantes, nos imponía mucho respeto. ¡Era el profe de los más mayores!
Recuerdo que tan sólo su figura en la distancia cuando doblaba la esquina en dirección al colegio era motivo suficiente para que bajáramos el volumen de nuestra algarabía.
"Eh, que viene Don Antonio..."
Y al acercarse, siempre hacía un gesto que no he olvidado: levantaba un pie hacia su mano, y mirando al frente, sin agacharse ni un ápice, se subía un calcetín. Siempre lo hacia, como si de un ritual se tratara. Luego nos miraba con un semblante tan severo que no podías dejar de sentirte intimidado.
Pero cuando llegó el momento de ser alumnos suyos, ya en la intimidad de su aula, Don Antonio resultó ser un hombre serio pero con un finísimo sentido del humor. Nos dimos cuenta el primer día.
Eran otros tiempos y la costumbre (que lamentablemente se ha perdido) era que al entrar en la clase el profesor se levantaban los alumnos como señal de respeto. Cuando llegó a su mesa se nos quedó mirando y exclamó : "Setenta monos... digo sentémonos"
A veces, en sus clases intercalaba pequeñas historias de un tal amigo Sarasate que sin duda se inventaba y que nos hacían reir.
"Hoy he visto a mi amigo Sarasate..." podía exclamar de repente y se nos dibujaba una sonrisa en los rostros ante la inminencia de un nuevo chascarrillo.
A una compañera que se llamaba Azucena le decía a menudo "Y a tí, Azucena, por la noche qué te dicen en casa: "Azu, cena?" Y por más que lo repitiera igual otro día, nos seguía haciendo la misma gracia.
Otra compañera, de nombre Loli, tenía una risa tan particular y contagiosa que cuando la hacía reír podían hasta saltarnos las lágrimas. "Venga, Loli, deja ya en paz a las gallinas" decía, y la tal Loli otra vez reventaba a reir.

Pero un día me dijo algo que me dejó confundido y a lo que no encontré la gracia. Nos estaba haciendo un dictado. La clase estaba en silencio. De repente me miró y me dijo: "Cabrera, ¿eres feliz?" Yo contesté que sí con una sonrisa y entonces le oí añadir: "Pues entonces eres tonto" y siguió con el dictado como si nada.
Pero otro día hizo la misma pregunta a otro compañero: "Rico, ¿eres feliz?" y tras el "no" del alumno aseveró satisfecho: "Claro que no, nadie es feliz"
Y así, a traves de los días, fue disparando esa pregunta al resto de la clase. La gran mayoría, que sabían de antemano cuál iba a ser su comentario contestaban que no, pero aún hubo algún otro que contestó con sinceridad que sí, que era feliz. "Pues eres tonto, lo sabes, ¿ no?"
No dejaría de ser una broma sin importancia pero a mí aquello me dejó huella .

No he vuelto a saber nada de aquel entrañable profesor y ya han pasado casi 30 años desde la última vez que le ví. Toda una vida.
Pero hoy me he vuelto a encontrar con él. En mi sueño. Aparecía andando erguido por la calle y a mí me producía una inmensa alegría volver a verle. Ante él, yo presentía que me recordaba perfectamente.
Y de su boca volvía a surgir de nuevo aquella pregunta: "Cabrera, ¿eres feliz?.
Yo le contestaba rotundo: "Sí, Don Antonio, sigo siendo feliz. ¡Hay que ser feliz! "

Y por primera vez ante mis ojos, Don Antonio sonreía.
.

23 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lamentable que D. Antonio nunca se mostrase feliz ante tí, pero para quitarte esa inquietud te diré que yo lo he visto varias veces radiante de felicidad cuando jugando al dominó con sus amigos conseguia en un buen cierre ganar la partida.j

Anónimo dijo...

Que bien escribes Juan!,el papá tiene razón escribe,escribe..escribe siempre.Me encanta tu bloj,creo, por lo que he visto hasta ahora,que se va a convertir en otro de mis momentos del día,de esos que consiguen que la vida sea tan maravillosa.

Anónimo dijo...

Genial. Este blog promete mucho. Me encanta. Te deseo a ti y a tu blog las mejores letras. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Si nenico si,son recuerdos que yo tampoco olvido.. y ademas tambien recuerdo que le escuche decir en mas de una ocasion que el era feliz con un cafe un periodico y mil pesetas en el bolsillo,lo recuerdas..?. No es facil hacer un blog.. Los nominados son.. Animo con el blog y no lo dejes.Salu2.

Txema Rico dijo...

Joer Juanra, has estado a punto de hacerme "amar" el Colegio Lloret...ja ja ja, sabes que eso nunca...pero el artículo ha estado genial...Menos mal que mi padre me sacó del Lloret en 3º... ja ja ja!!!Por cierto, no recomiendes mi blog, "quina vergonya" después de ver el nivelón del tuyo. Txema Rico.

peibol dijo...

Yo también guardo buenísimos recuerdos de mis profesores, pero es que mi colegio era un mundo aparte (sobre el que ya hablaré más adelante). Me ha recordado mucho a un profesor que tenía una máxima: "Ninguna clase podrá sustituir nunca un debate". Así, si surgía algún problema, o quería hacernos reflexionar sobre algo, todos nos vovíamos partícipes de ese distendido momento de charla educativa. Era genial.

Hace poco, a raíz de la muerte súbita de su mujer, perdió un poco la cabeza, y tristemente, ha sido inhabilitado como profesor. ¿Quién nos lo iba a decir hace años, cuando le reíamos todas las payasadas?

Anónimo dijo...

Si mal no recuerdo, decía:
Felices, solo son los locos y los tontos.
Y tú loco no estás

JuanRa Diablo dijo...

Anónimo padre:
Pues fíjate que no le imagino jugando al dominó. En mi imagen de niño sigue siendo un profesor muy serio que lee a la luz de un flexo y toma pastillas Juanola.

Anónima hermana:
Te respondo con un par de años de retraso pero contento de constatar que me has seguido durante todo este tiempo. Gracias. :)

Txema Rico:
Tú y tu amor/odio por el Lloret... Yo creo que en el fondo lo amarás siempre. Tu blog queda ligado al mío forever and ever.

peibol:
Antes no contestaba los comentarios pero hoy paso por aquí para hacerlo; en tu caso casi un año después. Y en este último año nos hemos contado ya tantas cosas que tu colegio me resulta hasta familiar.
Gracias por todo! :)

Anónimo:
¿Y a este anónimo que no firma... le conozco?

Anónimo dijo...

Juan Antonio Soro:
La verdad, es que leyendo tu blog me has hecho revivir muchos de mis recuerdos del cole, ah D. Antonio si jugaba mucho al dominó y parece que aún lo oigo cuando decia " nene, bobico, que te pico".
Gracias por el blog

JuanRa Diablo dijo...

Ehhh, ¿fuiste lloretino? ¿durante qué años?
Gracias a tí por dejar el comentario.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Juan Antonio Soro

Por suerte para mi si, fui como tu dices lloretino, los años pues si soy del 69......del 75 al 84 mas o menos, y mi hermano 7 años antes que yo.

JuanRa Diablo dijo...

Hola Juan Antonio

Siempre supuse que terminaría encontrando esta entrada algún ex-alumno del Lloret, como así ha sido y la verdad es que me ha alegrado mucho.
Soy tres años mayor que tú; yo entré en 3º de EGB y salí en el 81.
Me alegra que guardes buen recuerdo de aquella época.

Por si no lo has visto y te interesa, también escribí sobre el Lloret en esta entrada en la que puse fotos de nuestro colegio poco antes de que lo derribaran.

http://miescribania.blogspot.com/2009/10/adios-una-epoca_25.html


Un abrazo

Wambas dijo...

Hoy sólo voy a leer este post tuyo. Me ha dejado tan buena sensación de boca que no quiero arriesgarme. Me has hecho recordar a mis Don Francisco y Medina, dos profesores que rivalizaban por tener la clase con mejores notas, y me recordaban en su momento a aquellos grandes artistas que se odiaban mutuamente pero no podían vivir el uno sin el otro (Góngora vs Quevedo, por ejemplo). La verdad es que nos contagiaban esa rivalidad y nos motivaba por conseguir todos mejores notas que la otra clase, cosa inconcebible en estos tiempos.
Por cierto, esa pregunta sobre la felicidad tiene su misterio.
Saludos

JuanRa Diablo dijo...

Algo tenía aquella pregunta, sí, tan desconcertante que no la he olvidado.
Parece que hoy hay demasiada desmotivación en la docencia, pero lo que me cuentas me hace pensar que si surgieran profesores que trataran de crear sana rivalidad para conseguir logros podrían conseguirse buenos resultados. Al fin y al cabo la competitividad es siempre un estímulo.

Saludos, (y me alegra volver a verte por los subsuelos) :)

Venerdi dijo...

Hoy por un azar de la memoria regreso a este rincón. Una visita grata. Un texto magnífico.

JuanRa Diablo dijo...

Gracias, Tánatos.
Me gustaría saber qué te ha traido por aquí. ¿Vienes por referencias? ¿Acaso conociste el colegio Lloret?

Misaoshi dijo...

Qué preciosidad.

He estado leyendo entradas antiguas y todas las relacionadas con el colegio, tu infancia, tus hijos (sobretodo el camino al fin del mundo), hacen que saque una lagrimilla. Me encanta como escribes.

Gracias.


PD: ojalá hubiera tenido a un D. Antonio en el instituto. Ya que tuve a una Dña. Conchita en el colegio (murió de un derrame cerebral hará 5 años), que me pagó varias excursiones y me llegó a regalar libros para leer (sabía que habìa problemas en casa) a la que echo muchísimo de menos (la veía mucho, hasta después de dejar el instituto y muriese, puesto mi familia vive frente al colegio, que no lo han derribado: pero le han cambiado de nombre 4 veces).

JuanRa Diablo dijo...

Qué gran satisfacción me produce esto que me dices, Misaoshi. Desde bien jovencito que me ha gustado escribir y es un orgullo que haya alguien que al leer algo que con tanto cariño traté de expresar con palabras (cosa nada fácil a veces) me diga que le ha gustado.

Y encima sobre escritos antiguos de los que uno piensa que no se van a volver a leer más. Toda una sorpresa :)

Entiendo perfectamente lo que debes sentir por tu Doña Conchita. El reconocimiento y gratitud por la labor que desempeñaron es el mejor homenaje que podemos hacer a aquellos maestros.

Un abrazo y muchas gracias.

Jesús Yáñez dijo...

Hola, Cabrera:

Soy Jesús, el último de la lista y de la orla del Colegio Lloret. Me he enterado de la existencia de tu blog a través de mi prima Irene y, bueno, la verdad es que estoy sumamente emocionado por todo lo que dices en él. ¡Cómo pasa el tiempo! Visitarlo ha sido como viajar al pasado y recordar cosas que estaban dormidas pero aun latentes en la memoria. Te felicito de verdad, compañero, has hecho un gran blog, en el que has recuperado una parte muy bonita de la historia de nuestra infancia. Además, quiero felicitarte también por la manera en cómo te expresas y narras todas las situaciones anecdóticas de aquella época. Tus palabras me han emocionado de verdad al recordar vívidamente cosas que creía olvidadas por el paso del tiempo. Enhorabuena y gracias por tu blog. ¡Ah! Y de diablo, nada de nada, tú eras un pedazo de pan y, por cómo te expresas, diría que lo sigues siendo.
Un abrazo para tí y para todos-as los-as compañeros-as del Colegio Lloret.

P.D.: En la orla falta algún nombre, como el del chico alto rubio de la parte inferior derecha, entre José Mª y Pancho. Si no recuerdo mal era Sanchís (lo que no recuerdo es el nombre); pero el de debajo de él, moreno, con el pelo rizado, no recuerdo su nombre. Creo que era José Ramón o algo así. ¡Ah! Y la que está arriba de Bea, en la primera fila, al lado de Alfredo, creo que es Loli, no Bea como dice en la orla.

JuanRa Diablo dijo...

Jesús, como veo que repetiste comentario en varias entradas te contesto en la de El año que murió Lennon

http://miescribania.blogspot.com/2009/10/el-ano-en-que-murio-lennon.html

Un abrazo

Ela dijo...

pequeñas y simpáticas cosas que en su día ni te atrevías a plantearte pero que dejaron huella... que bueno, leerte es genial!!! debía hacer la misma pregunta todos los cursos... yo era de las felices, jajajja y a pesar de los pesares creo que sigo siendo FELIZ!!!

pixel dijo...

De vez en cuando suelo soñar con mis profesores del colegio, sueño que todavía no he sacado el título de bachillerato o la licenciatura y me despierto con un agobio..., hasta que al los pocos segundos me doy cuenta que ha sido un sueño, o más bien una pesadilla.

En esta vida hay que intentar ser feliz, lo que pasa es que siempre hay algo que necesitamos o creemos necesitar y cuando lo tenemos queremos otra cosa y otra, pero yo sí creo que se puede ser feliz, es cuestión de la actitud y de proponérselo.

Un saludo

JuanRa Diablo dijo...

pixel:

Siguiendo con los sueños, se ha repetido mucho a lo largo de mi vida el de entrar a una clase y me digan que hay un examen ¡y percatarme de que no he estuduado nada! Como tú dices, un agobio... :D

La actitud, tú lo has dicho, el detenerse a mirar con cierta perspectiva los contratiempos que nos angustian, y valorar lo que somos, y las muchas riquezas que poseemos.
Qué pocas veces nos paramos a valorarlas.