16 de abril de 2013

UN POEMA EN LA FARMACIA


La semana pasada caminaba yo por la calle con prisa. 
Había salido a solucionar un par de asuntos   que había calculado que  me quitaría pronto de encima, pero se fue complicando la cosa y acabaron por ocuparme toda la mañana. 
Así que, a buen paso, iba pensando que tenía el tiempo justo de llegar a casa, coger el tupper de la comida y marchar al trabajo.

De repente, una señora mayor, bajita y  de  cara bonachona se me interpuso en el camino, dirigiéndose a mí con estas palabras:
- ¡Este buen hombre me va a ayudar!

Con tan segura convicción  por su parte,  no podía excusarme sin más y romper su corazonada, así que le pregunté qué quería.

- Ay, es que tengo muchísima prisa, que me están esperando y no me puedo entretener- decía sin dejar de mirar en el monedero  de su cartera, que escarbaba con los dedos.

Como me quedé mirando lo que hacía, observé que  asomaban  varios billetes de 50 euros.
 “Grave error”, pensé, “Si esto fuera una calle menos transitada, algo más oscura y yo no fuera tan buen hombre,  podría   arrebatarle  la cartera de un manotazo y salir volando “

- Toma, hijo- dijo por fin entregándome una moneda de 50 céntimos- No me da tiempo a volver al coche para poner el ticket de aparcamiento. ¿Me sacas el ticket y lo pones tú?
- Ah, claro que sí – le dije
E inmediatamente  se volcó en agradecimientos.
 - Ay, muchísimas gracias. ¡Que el Señor te lo pague con muchos hijos!

Sentí un escalofrío al oír esto, algo que no es la primera vez que me han dicho y que jamás entenderé como frase de buenos deseos. ¿Cómo que el Señor me lo pague con muchos hijos? ¿Y quién tendría que alimentar a esos muchos hijos,  y vestirlos,  y darles estudios,  y sacarlos adelante en la vida? ¿No será mejor que me lo pague con una buena lotería y ya decido yo si invierto en hijos?

Caminamos juntos hacia el expendedor de tickets mientras ella volvía a remarcar   la mucha prisa que tenía.
- ¿Cómo te llamas? - quiso saber de repente
- Me llamo Juan
- Juan… ¿qué más?
Y tras esas breves décimas de segundo en las que quedé callado, pensando para qué querría saber mi apellido,  se explicó.
- Es que yo soy poeta, ¿sabes?, y quiero agradecerte la ayuda escribiéndote un poema.  Juan qué más.
- Juan Cabrera
- Ah, muy bien, pues Juan, yo te escribo un poema para ti- afirmó rotunda sin darme tiempo a asimilar todo lo que estaba oyendo.

Y ya se giraba  la señora con la  intención de marcharse  cuando se detuvo para exclamar
- ¡Ay, Juan, espera! ¿y  dónde te dejo yo el poema?
- Pero si da igual… si no hace falta que…
- Ah, claro que sí, que yo quiero obsequiarte dedicándote uno, que yo escribo muchos – y mirando a su alrededor  detuvo la mirada en la farmacia  de la acera de enfrente - Mira, lo dejaré en esa farmacia, que ahí me conocen.  Pásate en un par de días y lo recoges, ¿vale?

Pero aún tuve  que entretenerla unos segundos más. El  ticket ya asomaba por la ranura y no me había dicho en  qué coche lo tenía que poner.

- Ah, sí,  es un Renault Megane azul. Lo he dejado enfrente de la pollería.  Juan Cabrera me has dicho, ¿no? ¡ Adiós, chico, y gracias!

Esto es lo que más hizo reír a Apamen cuando se lo conté, el que me nombrara  marca y modelo del coche. Precisamente a mí.

 - ¡Menos mal que te dijo que era azul!

Y es que me importan tan poco los coches y sus marcas que no sé reconocer ninguno. No exagero si digo que a veces tengo que pararme a pensar  qué marca es la de mi propio coche.  Y es que, qué importancia tiene eso, digo yo ¿No tiene cuatro ruedas como los demás y me lleva a cualquier parte como todos? ¡Pues ya está!
Efectivamente fui deteniéndome en mirar el trasero de los coches azules,  buscando el que me mostrara “ Renault Megane”   Y pensando en que me había dicho que estaba enfrente de la pollería,  de repente caí en la cuenta de que en esa calle ¡no había ninguna pollería! Casi empezaba a sentirme como un tonto con un ticket  en la mano.
Pero sí, finalmente lo encontré.  Estaba aparcado delante de una óptica. Yo juraría que me dijo “pollería” ¿Lo entendí mal? ¿En qué se parecen  pollería y óptica? ¡Ni siquiera riman!

Dejé el ticket  en el limpiaparabrisas, no sin antes hacer el intento de abrir la puerta. La mujer me resultó tan peculiar que la vi muy capaz de haber dejado el coche abierto. Pero no, estaba cerrado.

Y por fin, con mi labor de buen samaritano cumplida,(¡no me dejan ser diablo!) me marché para mi casa a toda prisa.
Por el camino me reía pensando en la situación vivida y sobre todo en eso del poema. ¿De verdad se pondría la señora, cuando terminara sus quehaceres a escribir un poema para mí. ¿E incluiría hasta mi apellido? ¿Con qué rimaría  Cabrera? ¿Con carrera? ¿Con cartera? ¿Con  calavera?

Poco después le conté la anécdota a un amigo y me preguntaba si pasaré  ahora por la farmacia para reclamarlo.

- Pues no sé, ¿no quedará muy raro entrar y preguntar si dejaron un poema a nombre de Juan Cabrera?
- ¿Raro solo? Da menos  vergüenza  pedir cuatro cajas de condones que pedir eso.
- Pero es que me pica la curiosidad. ¿Lo escribiría de verdad o lo diría solo por quedar bien? Yo la vi capaz de hacerlo, otra cosa es que se acuerde.

En fin, que no he pasado a comprobarlo, y a lo mejor está allí, esperándome entre aspirinas.

Y ahora que escribo sobre esto se me ocurre que…



Es algo que tiene  gracia,
que me sigue dando  risa
aquel día de la  prisa
y el  poema en la farmacia

26 comentarios:

Ther dijo...

¿Tú te crees que puedes contarnos esta historia tan extraña sin pasar por la farmacia?

¡Ya estás tardando!

isaormaza dijo...

¡Ni se te ocurra no pasar a por el poema!!!!! Me recuerdas ahora a una "amiga" de mi madre que era muy de decir: Me enterado de una cosa!!!! Pero no, no te lo puedo contar... ¿Tu te crees? ¡A la farmacia pero ya!!!!

XEIA2410 dijo...

Tercer voto a favor: TIENES que pasarte por la farmacia....y nos cuentas.....

Ángeles dijo...

Qué anécdota más curiosa y extraordinaria.
Y lo más curioso es que estas cosas te pasen a ti, que tienes un blog donde contarlo y que tienes la gracia necesaria para contarlo como es debido.

Y ahora las preguntas:
1. ¿Qué llevó a la señora a dirigirse precisamente a ti y no a otro?
2. ¿Cómo se va a poner tu jefe cuando se entere de esto?
3. ¿Cuánto vas a tardar en ir a la farmacia a recoger lo que es tuyo?

Ah, lo que dices de los coches podría haberlo dicho yo, palabra por palabra y punto por punto.
¿Te sorprende?

Big hug.

Sese dijo...

Pues pásate por la farmacia YA!!!, no tienes nada que perder, si te conocen pues se lo explicas y si no te conocen en la farmacia pensarán, en el caso que no haya poema que estás chalado... y qué?, total no vuelves a entrar y sanseacabó. Claro que si hay poema pudiera ser peor: que sea un poema de amor y que piensen una cosa peor que eso de estar chalado.

Conclusión pide el poema y no vuelvas a esa farmacia ni que sea la única abierta de la ciudad y te urja calmar una descomposición intestinal.

Dos cosas más: el ticket puesto en el parabrisas por fuera!!!, malo (imagina que le han quitado el tícket y le han puesto multa, qué pensará de ti la señora mayor bajita y con cara de bonachona?)

Y con cincuenta céntimos por aquí te da apenas para un cuarto de hora: LLADRES!!!!!!

Venga, nos vemos en Wembley!!

loquemeahorro dijo...

Yo pensé que habrías ido a la farmacia, porque te veo más lanzado que yo. Pero vamos, que lo que dice tu amigo es una gran verdad.

Siempre puedes ir y decir
- Hola, soy Juan Cabrera, creo que han dejado algo para mí


Lo malo es la continuación
- ¿El qué? ¿Un paquete? ¿de qué tamaño? ¿es un encargo? Niñaaaaaaaa, ha venido el que pidió la Viagraaaaaaa

RNT dijo...

Yo iría... y después de habérnoslo contado YA!

Amig@mi@ dijo...

Yo también te pido por favor que pases a por el poema. Está allí seguro y también estoy segura de que esa mujer ha pasado a preguntar si lo recogiste. Total, ya colgaron tus historias en una panadería ¿No? pues ahora imagínate el poema a Juan Cabrera, así, con nombre y apellido, colgado en la farmacia.
Un besote

Montse dijo...

Después de esta historia, no tienes más remedio que pasarte por la farmacia a recoger el poema ¡menuda intriga nos has dejao!

Besitos.

Ripley dijo...

a ver majo, lo que ties que hacer es ir a la optica que está frente a la farmacia al lado del parquimetro y la polleria y preguntar si alguien te ha dejado un coche azul con un poema en el parabrisas.

si es que eres mas tierno que el dia de la madre, lo que traducido quiere decir que comprendo a tu jefe, cuando te desvias del camino.

si es que...

tomás dijo...

Juan ya estas tardando en pasar por la farmacia a pedir el poema, estoy seguro de que está, asi que explicalo cuando no haya gente. Te metes y lo resumes, estaría muy feo que no lo recogieras. Si te da mucha verguenza dales tu direccion de blog y que lo lean, seguro lo entenderán bien.

Natty dijo...

CÓMO NOS DEJAS CON LA DUDA?????? jajajajaja .. estoy de acuerdo con toooodos los comentaristas anteriores de que tienes que ir AHORA, YA a buscar tu poema!!!!!!!!! Y luego vuelves corriendo a contarnos =)

mama dijo...

Si me he reido con tu relato,mas todavia con los comentarios.Por favor tienes que ir a la farmacia,por mayoria absoluta,,,disculpad pero no me aclaro para poner acentos.Besos para toda la paña

Papacangrejo dijo...

Yo iría a la farmacia, aunque solo sea para saciar la curiosidad jejeje si es que no se puede ser diablo con buen corazón

Lillu dijo...

Uffff, muy mal, me uno a la gran masa de comentaristas que solicitan que pases por esa farmacia sin perder un solo minuto más y nos hagas partícipes de ese poema. Que seguro que te lo ha dejado la mujer, que sí, que lo veo :D

saluditos!

Anónimo dijo...

Debes pasar a por el poema,
si no, qué pensará la señora?.
Entiendo que sea un dilema
mas mejor eso que una ñora.

Txema Rico.

P.D. improvisado en un min. No admito "pimpadas" sobre la métrica.

JuanRa Diablo dijo...

Ther:

¡A sus órdenes, mi capitana Ther-minator! :p

isaormaza:

Mi intención es pasar y reclamarlo, claro. Y si de verdad estuviera volvería a escribirte para... Pero no, no te lo puedo contar xDD

XEIA2410:

Parece que esto ya no tiene marcha atrás. TENGO que pasarme por la farmacia.

Ángeles:

La suerte es que haya gente al otro lado del blog a la que contarle estas cosas "extraordinariamente" cotidianas. Y alguna de esa gente es muy salerosa :p

Y ahora las respuestas:
1. ¿Quién puede saber esto? Porque aquello de que "estaba escrito en las estrellas" no convence mucho, ¿no? ¿La pura casualidad, que algunos dicen que no existe?
2. ¡No me pongas nervioso! Confío en que no se entere JAMÁS. Ya sabemos cómo se las gasta :s
3. Cuanto antes pueda. No es la farmacia más cercana pero merece la pena ir a comprobarlo.

PD. Me sorprende aún menos de lo que me importan lo coches, jeje

Sese:

Intentaré explicarme bien para no parecer demasiado chalado. Espero que sean comprensivos con estas cosas que tiene la vida porque como me miren muy serios... igual me entra una descomposición intestinal de esas. xD

Eso digo yo, ¿y si le quitaron ticket y por eso la multaron? ¿Ya no me escribiría el poema, o lo haría pero "con otro tono" ? Se me ocurre una palabra muy fea que rima con multa :S

Jajajaja, Lladres!! Poca vergonya!!

PD. ¿En Wembley? ¡Calla, calla, no me pongas nervioso, Sese!

loque:

Con ese guión, la continuación de la continuación sería así:

- Juraría que había aquí un hombre hace un segundo. ¿?¿? Tengo que dejar el pacharán.

RNT:

Ahh, qué fácil es decirlo desde la distancia, jaja. (I'll do it!)

JuanRa Diablo dijo...

Amig@mi@:

¡Qué altas estáis poniendo las expectativas! Y qué decepción como no esté allí, con la ilusión que me hace a estas alturas.

Jajaja, es verdad, de panadería pasamos a farmacia. Espero que no llegue a aparecer mi nombre en la comisaría :s

Montse:

Lo curioso es que no pretendía crear intriga, sólo contar el caso de la señora poeta, pero casi noto los empujones para que vaya de una vez a comprobarlo, jajaja.

ripley:

Mira, Ripley, si finalmente no dejó ese poema casi que me va a dar igual, porque el comentario lírico estrambótico que me has dejado tú, ya lo paga todo, jajajajaja.

"Un poema en el parabrisas" Oye, me acabas de dar una idea. Si la mujer no cumplió su palabra... ¿habrá muchos Renault Megane azules en Yecla?

tomás:

Me ha gustado eso de "explícalo cuando no haya gente" jajaja. Casi parece que voy a cometer un atraco.
Solo faltaba que además de pedirles un poema les dé la dirección de un blog de un diablo. Llaman a la policía, fijo.

Natty:

Pues no se hable más, toooodos los comentaristas no pueden estar equivocados :p
Esté o no esté, pasaré a contarlo, Natty.

mama:

Esto de que hayas aprendido a comentar es la caña, mother. Después de tantos años como lectora en la sombra...
(No importá lo de los ácentos, en absóluto)

papacangrejo:

Tú no disimules, que los cangrejos sois muy duros por fuera, pero por dentro... blanditos blanditos :p

Lillu:

Lo dicho, como no esté ese poema se me va a caer el cielo, que parece que todos dais por hecho que estará.
Venga, que sí, que mañana jueves paso a preguntar.
Saludos, Lillu.

Txema:

Ehhh, como me quede sin lo previsto te voy a pedir cuatro o cinco poemas para compensar el disgusto xDD

¿Tú también crees que estará? Yo me pregunto si incluirá mi apellido. Imagino algo como:

Pudiste tirar el ticket a la papelera
pero no lo hiciste, oh, Juan Cabrera.


Montse dijo...

No es por presionarte, pero.... VES A BUSCAR ESE POEMA, YAAAAA!!!

Natty dijo...

Lo que se me olvidó comentar fue lo de la "bendición" que pidió para ti, la verdad es que para mi tener muchos hijos es lo menos parecido a una bendición =P jajajajajajajajaja

Silvia dijo...

JuanRa: Hace varios meses que no entraba a tu blog y tuve el buen tino de hacerlo hoy, y alli nomás, con solo leer este último post, he llorado de risa. Gracias por el buen momento!

reduccion mamaria dijo...

¡menuda intriga nos has dejao!
me ha parecido muy entretenido tu relato
tienes una manera muy buena de escribir
felicitaciones
saludos

Dácil Muñoz dijo...

Es la primera vez que me paso por aquí, pero es que me has dejado muerrrta de la curiosidad. ¿DE verdad no te vas a pasar por la farmacia? Yo no podría resistirlo.

JuanRa Diablo dijo...

Montse:

Jejeje. YAAAA lo he hecho :)

Natty:

¿Verdad que de bendición no tiene nada? ¡¡Demasiado sufrimiento para un pobre padre!!

Silvia:

Cuánto lo celebro, amiga mía. Me ocurre mucho últimamente esto de ausentarme de los blogs, pero tarde o temprano hace uno sus visitas :)
Un abrazo

reducción mamaria:

Gracias. Y la intriga está a punto de desaparecer.

Madre desesperada:

¿Y quién dice que no lo haría? ¡Por supuesto que tenía que hacerlo! :D

Bienvenida, y vuelve cuando quieras ;)

Misaoshi dijo...

Qué digna anécdota para un diablo!!

Esa mujer me ha caído estupendamente... y ahora voy a voler al presente en tu blog, que no he querido leerla sin leer antes esta, que seguro que hay poema XD

Anónimo dijo...

Juan...que bien me lo he pasao......lastima q lo haya leido tarde